2.
Terapia Infantil
La finalidad principal es potenciar el bienestar emocional y social del niño, lo cual implica a la familia (y en ocasiones la escuela y/o otras instituciones y profesionales) en el proceso terapéutico, por lo que la relación terapéutica y la alianza es múltiple. Los problemas psicológicos y emocionales que afectan a los niños, igual que en los adultos, pueden tener un impacto en su vida de diferentes maneras:
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Problemas de conducta: enfado e ira excesiva, rabietas descontroladas e intensas o frecuentes, desobediencia extrema, agresividad, etc.
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Problemas para conciliar el sueño, pesadillas
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Problemas de atención
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Hiperactividad e impulsividad
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Bajo rendimiento escolar
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Tristeza, desinterés, estado de ánimo decaído, somnolencia excesiva
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Cambios en el apetito
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Timidez, retraimiento y problemas de relación social
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Falta de respuestas emocionales apropiadas
Gracias a la terapia los más pequeños desarrollan habilidades sociales, mejoran la autoestima, aprenden a afrontar los problemas, liberan tensiones y además, tienen la oportunidad de practicar herramientas para mejorar su bienestar emocional y su vida diaria. En este espacio el niño encuentra una conexión con sus propios sentimientos y mejora su autoconciencia emocional.